Traidor
Y la hoja se clavó, como una mirada fija, en mi espalda
Y sin abrir los ojos, le diste tres vueltas al mango
Y el metal era mi odio. Y en mi boca, sabor a hierro
Y en mi espalda, hoja de acero
Y abriste los ojos. Y eran avellanas de otonho.
Y de mi espalda calló la hoja, y acabó el verano.
Y las avellanas eran espejos. Y en los espejos, almas.
Y viste tu alma reflejada. Y llegó el frío de invierno.
Y en mi espalda, escalofríos. Y en mi espalda, calor.
Rojo y líquido.
Y sentiste pena. Y soltaste la hoja.
Y agarraste mi mano.
Y la sangre manchó los espejos. Y las avellanas se cerraron.
Y soltaste mi mano. Y volviste a la primavera.
Y yo, con sabor a hierro y con mirada de metal y con hoja de acero
Morí en invierno.
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förlåt...
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