the joys...

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melodias sobre versos

Qué son los rios de tus ojos
Sin el reflejo de los mios?
Qué es el hambre sin ayuno
Y el mal si no hay bien?

Porqué tus suspiros crean un mundo
En el que las mariposas no vuelan, sino cantan
Melodías como miel?

Qué es el corazón sin arterias?
Qué son los huesos sin la piel?
Y quién soy yo para decirte
Dónde dejar tu vista caer?

Qué es claro? Qué es oscuro?
Qué es frío?Qué es calor?

Porqué pregunto por secretos
que sólo contestan con dolor?

Porqué contestas con miradas?
Porqué te ries sin amor?
Porqué te dejo que invadas
mi espíritu con calor?

Porqué te cuento mis secretos?
Porqué te miro con perdón?
Porqué no entiendo que si te miro
siempre pierdo la razón.

Ninha

Ás veces fazer alguma coisa nao leva a nada. Ás veces nao fazer nada leva a alguma coisa.

Ninha que amas la lluvia,

Hija de letras del mar,

Celeste estrella diurna,

Que gusta con penas jugar.

Ojos con lunas de nieve,

Manos de oro y cristal,

Cuerpo de flor de cerezo,

Sangre de agua de manantial.

Ninha que sale del fuego,

Sombra que apaga el odiar,

Obra de mentes divinas,

Nunca te oyen hablar.

Sólo se ve tu silueta

Debajo del viejo laurel.

Sólo se oyen bostezos

Del que acaricia tu piel.

Nunca sentimos tu ausencia,

Tan sólo pisadas caer,

Suave lamento amable

Al ver tu rostro aparecer.

No cantes ni hables ni llores,

No digas que el arte enfermó,

Cuenta verdades y amores,

Pero nunca que el arte murió.

Correspondencia

Un día comiendo salmón me dieron la brillante idea de colocar aqui mis poemas. Venía con salsa de coco, y, aunque me da un poco de resquemor comer pescado, estaba muy rico. Lo recomiendo.

Si pudiera deshacer el futuro para mojarlo en las lagunas de tus ojos, que son el pasado, lo haría sólo por ver una vez más tus pupilas.
Si volviera a pasar todo lo que pasó, no lloraría por no tener futuro contigo, sino que reiría por poder revivir las penas, viéndote a tí vivir en sonrisas.
Si pudiera gurdar en cajas de miel una sensación, guardaría lo que sentí cuando tu mano rozó mi piel.
Si tuviera que vivir un mismo instante durante toda mi vida, elegiría aquel en el que pasé medio segundo perdida en la tupida selva que crean tus ojos.
Si pudiera expresar de cualquier manera las explosiones que estallan en mí al ver que te acercas, lo haría con la lluvia de la tarde y un mate amargo.
Si me concedieras cualquier deseo, te pediría que me dejases leer tus pensamientos.
Si pudiera regalarte lo que fuera, te daría el suspiro de un viento envuelto en una hoja plateada de papel de arroz.
Ataría tus sonrisas en un ramo de perlas y las reflejaría en tu piel para ver la maravilla en tu rostro.
Sembraría una roca y esperaría cuatro vidas a su lado hasta que creciera una flor, para traértela rociada con polvos de granizo.